Indonesia es uno de los destinos más turísticos del sudeste asiático y esto se debe a varios motivos. Entre ellos: que la cultura balinesa es súper acogedora, que el país tiene un clima tropical idóneo la gran parte del año, que se trata de un país seguro, que la gastronomía es deliciosa y que sus playas son paradisíacas. ¿Te estás...
3 días en Camiguín, mi isla preferida de Filipinas

Después de visitar Filipinas en dos ocasiones, y en la última disfrutar de este increíble país durante un mes, ya lo puedo decir: tengo una isla preferida y es Camiguín. Supongo que si has llegado hasta aquí es porque estás pensando en incluirla en tu itinerario (o incluso ya has decidido que la vas a visitar) así que en este post te explico todo lo que hicimos en 3 días en el paraíso.
Día 1
Llegamos a Camiguín la noche anterior y gestionamos el alquiler de moto directamente en nuestro Homestay. Os dejo aquí el link de booking porque no podemos dejar de recomendarlo. Paco, el dueño, nos trató como si fuésemos familiares que iban de visita a su casa. Si lees ésto, Paco: ¡un abrazo enorme!
Empezamos el día acercándonos a una cafetería cercana, Hayahay Café, dónde nos cargamos de energía con unos buenos bowls de fruta y granola y un exquisito capuccino. Si quieres nuestra recomendación, pide cualquiera de los smoothie bowls, pero también encontrarás tortillas, pancakes o sandwiches si no eres un obseso de las granolas como nosotros.
Con el depósito de nuestra motillo lleno y los cascos bien atados, nos dirigimos a la primera visita del día: Katibawasan Falls, las más altas de la isla: ni más ni menos que 70 metros de altura. Llegamos a media mañana y estuvimos solos ante esa maravilla natural... pensamos en darnos un chapuzón, pero el agua estaba demasiado fría así que el baño tendrá que esperar.
Después de disfrutar un buen rato de este rincón, nos dirigimos a las siguientes cascadas: las Tusan Falls. Aunque menos impresionantes que las anteriores, el camino para llegar hasta allí es simplemente espectacular. Es una carretera (en muy buen estado) que cruza la isla de punta a punta y está rodeada por palmerales. No pude dejar de hacer vídeos y fotos en todo el trayecto.
Última parada antes de comer: las Soda Hot Springs, qué supuestamente burbujean y de ahí su nombre. Cuando llegamos el sol picaba así que nos dimos un buen chapuzón, pero las burbujas no las encontramos :). Eso sí, en la puerta había una mujer vendiendo tortas de yuca frita que nos fueron ideales para hacer el "vermut".
Siguiendo la carretera y llegando a la otra punta de la isla, comemos en Bee Farm, un pequeño restaurante al lado del mar dónde probamos un par de platos típicos. Estábamos también solos (como casi en todos los lugares de esta isla) y alargamos la sobremesa en su terraza de sillas y mesas de madera maciza disfrutando de la tranquilidad.
A menos de media hora en moto, llegamos a las ruinas de una antigua iglesia española del siglo XVI, la Guiob Church. Son unas ruinas en medio de palmerales y comidas por la vegetación de una iglesia que fue destruida por la erupción del Hibok-Hibok (el volcán que se encuentra en el centro de la isla) en 1871.
Justo al lado de estas ruinas se encuentra el Sunken Cementery, uno de los puntos más conocidos de Camiguín. Es un cementerio que se hundió debido a diferentes erupciones del mismo volcán que destruyó la iglesia. Es uno de los mejores sitios para ver la puesta de sol, así que este fue el momento de coger un buen sitio en la arena y prepararse para el espectáculo.
Acabamos el súper día en la pizzería que hay delante del aeropuerto, Sapore Ristorante, y que está a solo 10 minutos de nuestro alojamiento. Es la guinda del pastel para un día perfecto.
Día 2
Cambiamos el bowl de fruta y yogur por uno de los mejores cafés que he tomado en Filipinas y una deliciosa cookie en SAGA, una cafetería cuidada al detalle a tan solo 10 minutos de nuestro alojamiento.
Con el estómago lleno ponemos rumbo al puerto de San Roque, en el extremo sur de la isla, desde dónde podremos tomar el barco para visitar Mantingue Island, uno de los lugares más emblemáticos para hacer snórkel de Filipinas. Los barquitos que te llevan hasta la isla tienen un precio fijo para 6 personas, así que si sois menos, lo mejor es buscar más personas en el puerto para compartir la embarcación. En menos de 20 minutos se llega a la isla en la que no hay nada. Bueno sí, filipinos que te alquilan sillas a la sombra. Mi recomendación es que lleves bien de agua y el material de snorkel (que si no tienes el tuyo lo puedes alquilar en el puerto). El tiempo máximo que se puede estar en la isla es de 3 horas para preservar el área marina protegida.
Nosotros nos quedamos alrededor de la playa viendo nemos y estrellas de mar. Dicen que si te alejas de la orilla y te acercas al arrecife hay animales MUY grandes. Nosotros preferimos animalitos pequeños :). Si contratas un guía te lleva al "turtle point" dónde ver tortugas, pero nosotros no lo hicimos. En Filipinas pudimos nadar con ellas en Port Barton y en Corón. También dedicamos media hora a dar la vuelta a la isla y nos encantó el paseo.
De vuelta a Camiguín y muertos de hambre, pusimos rumbo a un restaurante que teníamos en el rádar: Daos Plant Based Kitchen. Está a pie de playa y tiene una estética super boho que enamora desde que pones un pie dentro. Pero si el sitio es chulísimo, la comida no se queda atrás: probamos uno de los mejores currys que hemos comido en todo el viaje.
Por la tarde decidimos volver al Sunken Cementery, porque además de ver una buena puesta de sol, es el lugar ideal para ver las almejas gigantes. Antiguamente, en el sur de la isla, había un criadero en el que se podía hacer snorkel pero ahora está cerrado. En este snorkel de 1 hora y media más o menos (y en el que es obligatorio hacerlo con guía), llegamos hasta la cruz sumergida esperando ver tumbas enterradas, pero no hay nada más que coral y una cruz medio enterrada bajo el agua. La zona está repleta de vida: mil peces, coral de colores, estrellas de mar y esos grandes moluscos de los que os hablaba que no habíamos visto nunca antes. El único contra: la marea estaba muy baja y íbamos muy cerca del coral. Hubo algún momento que sufríamos por cortarnos. Si puedes, intenta hacer esta actividad en el momento de marea alta.
Al volver a la playa fascinados por todo lo que habíamos visto bajo el agua, pusimos rumbo al "Walkaway to the Old Volcano and Stations of the Cross". Es una caminata de unos 45 minutos recorriendo un camino de tierra con 12 estatuas que explican la Pasión de Cristo. Aunque no seas religioso la subida vale la pena, especialmente si lo haces a la hora de la puesta de sol. Eso sí, lleva frontal, porque no hay nada de luz y la bajada puede ser divertida a oscuras.
Para poner el broche de oro a otro día increíble en Camiguín, cenamos en KURMA, el restaurante de un humilde homestay que hace hamburguesas de coco famosas en toda la isla. Sin ninguna duda, es la mejor hamburguesa vegana que he comido jamás.
Día 3
Empieza nuestro último día en la isla y desayunamos en Paco's Homestay, dónde nos preparan un desayuno súper completo de huevos, tostadas y crêpes. Lo de casa Paco es para quedarse a vivir. Nos lo tomamos con calma y una vez en la moto ponemos rumbo al puerto de Yumbing (a solo 10 minutos de nuestro alojamiento) dónde cogemos un barco para visitar la White Island. En este caso los barcos son de 4 personas, así que el mismo consejo que para visitar la Mantingue: busca gente en el puerto con quién compartir el gasto.
La White Island es una isla de arena blanca rodeada de agua turquesa que deja sin aliento. No hay absolutamente nada y pensamos que 3 horas (que es el máximo tiempo que se puede estar) era demasiado, pero nada más lejos de la realidad. Entre recorrer la arena de punta a punta, hacer fotos y rebozarnos en la arena se nos pasó la mañana sin darnos ni cuenta.
De nuevo en Camiguín fuimos a comer a Guerrera, otro restaurante que nos habían recomendado con vistas inmejorables al volcán Hibok-Hibok. Todos los platos que probábamos estaban increíbles y si hubiésemos estado más días en la isla hubiésemos repetido sin duda. La tarde la dedicamos a seguir recorriendo la isla con la moto, llegando hasta los arrozales del sud. En una de las muchas canchas de básquet que hay en la isla, aprovechamos para jugar una pachanga con jóvenes locales y vimos una de las mejores puesta de sol desde Sagay con los volcanes de fondo.

Nota: Nosotros no hicimos el ascenso al Hibok-Hibok por falta de tiempo, pero sin duda lo haríamos en la siguiente visita a la isla. Por otro lado, sí que visitamos Katunggan Park y las piscinas Santo Niño pero no recomiendo estas visitas porque fue lo que menos me gustó de la isla.
Otros artículos que te podrían interesar:
Quizás le tengo tanto cariño a Indonesia porque fue mi primer contacto con Asia. O quizás, simplemente, porque Bali, Flores o Java son un destino ideal si buscas naturaleza, cultura, relax, aventura, trekking o una combinación de todo lo anterior. Después de dos visitas a Indonesia (2015 y 2024), os dejo aquí lo que para mí son los puntos más...