Ruta de 9 días por Jordania e Israel

18.06.2019

Visitar Petra estaba en mi bucket list desde hacía muchos años y por fin he podido vivir la experiencia de cruzar el Siq y encontrarme de cara con el famoso tesoro. Además, hemos podido conocer Ammán, Wadi Rum, el mar muerto y el mar rojo, Jerusalem, Tel Aviv y Palestina en tan solo 9 días. Te cuento aquí la ruta que hemos seguido para amortizar el tiempo al máximo.

DÍA 1 - Jerash y Ammán

Llegamos a Jordania a las 11 de la mañana y pudimos aprovechar el día a tope. Cruzar la frontera es un trámite fácil y rápido. Nuestro plan inicial fue ir a dejar las maletas al hostel de Ammán pero cambiamos de idea sobre la marcha. Para aprovechar mejor el tiempo, contratamos un coche hasta Jerash que nos esperase 4 horas en la ciudad para visitarla y poder dejar las mochilas en el maletero. Comimos justo al lado de las ruinas de la que fue una de las 10 ciudades más importantes del imperio romano, la visitamos, y alrededor de las 6 de la tarde estábamos de vuelta en Ammán. El trayecto entre Jerash y Ammán es de unos 45 minutos y el precio del coche compartido de 35 JOD. Si sois 3 o más sale al mismo precio que el autobús y el conductor te espera, por lo que a nosotras nos salía mucho más a cuenta. 

Cuando volvimos a Ammán dejamos las mochilas y paseamos por la ciudad, viendo la Ciudadela desde lejos. Nos hubiese gustado poder tener un poco más de tiempo para descubrir mejor la capital, porque realmente desprendía un ambiente muy amable y tranquilo, muy distinto al de otras capitales de Oriente Medio que habíamos visitado como El Cairo. Pero no pudo ser, así que lo dejamos pendiente para una próxima visita.  

DÍA 2 - Petra

En el imaginario de muchos, Petra es una puerta. Es una imagen mundialmente conocida que se ha introducido en la mente de todos nosotros haciéndonos asociarla directamente con la maravilla del mundo moderno. Pues bien, para los que tenéis pensado ir, tened en cuenta que Petra es enorme. Enorme de verdad. Recomiendo muchísimo estar 2 días para en 1 visitar el tesoro desde el mirador, las tumbas reales, el teatro y la vía columnata y el segundo día visitar el Monasterio y hacer el trekking hasta el altar de los sacrificios. Para subir al mirador veréis que delante del tesoro hay muchísima gente que se ofrece a acompañaros. Si preferís hacerlo por vuestra cuenta, lo ideal es ir hasta las tumbas reales y allí empezar a subir. Nosotras lo hicimos al mediodía y fueron unas 3 horas de camino entre subir y bajar. Eso sí, las vistas no tienen precio. 

En la entrada os darán un mapa donde podréis ubicaros fácilmente y seguir los caminos que más os interesen. 

DÍA 3 - Petra y Wadi Rum

Tal como comentaba, nosotras el segundo día en Petra hicimos el Monasterio y el trekking hasta el altar de los sacrificios. El Monasterio está muy alejado de la ciudad por lo que si queréis realmente aprovechar el día, mi recomendación es que cojáis un coche hasta el monasterio (lo organizan los hostels de la zona) y desde allí bajéis hasta el centro de la ciudad y hagáis el trekking del sacrificio. Todo esto fueron más o menos 4 horas y unos 15 kilómetros.

Después de comer cogimos el coche hacia el Wadi Rum, unos 45 minutos aproximadamente. El coche te deja en el centro de visitantes y los beduinos de tus jaimas te vienen a recoger. En los propios alojamientos del desierto te aconsejan que excursiones hacer. Nosotras hicimos una de 3 horas para ver el atardecer. Hay gente que decide visitar el Wadi Rum y no quedarse a dormir. Desde mi punto de vista, pasar la noche en las jaimas es de las cosas más guays que se pueden hacer en el desierto. Ver las estrellas, cenar comida auténtica cocinada bajo la arena...el precio del alojamiento puede variar pero jaimas con buenas tiendas y duchas tienen un precio de alrededor de 10 JOD por persona. 

Dunas del desierto rojo al atardecer
Dunas del desierto rojo al atardecer

DÍA 4 - Áqaba (Mar Rojo)

Después de 3 días super intensos de visitas y caminatas, decidimos tomarnos un día de calma en el mar rojo. Cogimos un hostel en la zona de South Beach, dónde nos habían recomendado quedarnos. Aunque hacía viento y decidimos no hacer snorkel (las playas no tienen ningún tipo de seguridad y nos dio miedo no poder volver por las corrientes) disfrutamos de toda la zona para nosotras y nos relajamos tomando el sol en la piscina del hostel. 

Si ya habéis visitado el mar rojo en otros países (como en Egipto) es posible que estas playas os decepcionen. Nosotras ya habíamos estado en Sharm El Sheikh y cabe decir que nos gustó mucho más. Así que, si tenéis la agenda apretada, quizás no es necesario pasar un día entero y se puede continuar la ruta al mediodía. 

South Beach en Áqaba
South Beach en Áqaba

DÍA 5 - Cruce de Frontera a Israel y Masada

Nos habían metido mucho miedo en el cuerpo con el tema de cruzar la frontera entre Jordania e Israel así que nos fuimos a cruzarla a las 7 de la mañana. No sé si será porque nosotras tuvimos suerte, pero fue una experiencia rápida, cómoda y sin ningún tipo de problema. Salir de Jordania es gratuito si has estado más de 3 días, sino tienes que pagar una tasa de salida de 15 JOD. Nos entrevistaron rápido sobre por qué habíamos visitado Jordania y qué íbamos a ver en Israel, pero como máximo fueron 10 minutos y después nos dejaron pasar. 

Desde Eilat (ciudad israelita en la frontera) cogimos un autobús hasta Masada, dónde queríamos visitar el castillo de Herodes y después hacer noche para a la mañana siguiente visitar el mar muerto y Ein Gedi. 

Seguramente si volviese a hacer esta ruta esto lo cambiaría. Iría de Eilat directamente a bañarme en el mar muerto, visitar las cascadas de Ein Gedi y dormir en Jerusalén. Si no eres un experto / enamorado de la arqueología o un amante del nacionalismo israelita, este yacimiento no te va a encantar. Está arriba de una montaña a la que en los meses de más calor hay que subir con teleférico (30 JOD con carnet de estudiante) y, una vez arriba, puedes admirar los restos de este Patrimonio de la Humanidad. 

Quizás también me pareció menos interesante por el calor horroroso que hacía en Masada a las 4 de la tarde cuando nosotras subimos, pero si me preguntáis si lo recomiendo la respuesta es no. Especialmente para budgets apretados, porque es la entrada más cara que pagamos en todo el viaje (a parte de Petra). 

DÍA 6 - Mar muerto, Ein Gedi y Belén

La zona más común para bañarse en el mar muerto es Ein Bokek, a muy pocos kilómetros de Ein Gedi. Esto permite fácilmente visitar las dos cosas la misma mañana. En Ein Bokek las zonas de baño están marcadas y nosotras encontramos una tumbonas (que seguramente pertenecían a algún hotel) donde estirarnos. Aunque la experiencia es divertida y diferente, el paisaje no es especialmente bonito (que no se nos olvide que estamos en medio de un desierto de roca) y el agua está muy caliente. Después unas dos horas por la zona, nos fuimos hacia Ein Gedi, unas cascadas a escasos kilómetros de dónde estábamos a las que se llega perfectamente en autobús. 

La visita de las cascadas no es más de 2 horas parándote para refrescarte en todas y cada una de las piscinas naturales. Aunque no son nada del otro mundo, tienen el encanto de estar en medio del desierto y, si os pilla un día caluroso como fue nuestro caso, poder estar a remojo en un entorno tan verde después de tantas horas de desierto se agradece.

Después de refrescarnos y pasear por las cascadas, nos dirigimos a la parada de autobús para seguir hasta Jerusalén (alrededor de 1 hora). Al llegar, nos fuimos a dejar las maletas al hostel y, viendo que aún era pronto, nos dirigimos a Belén ya que uno de los motivos por los que visitábamos Israel era para poder visitar Palestina.

Hay un autobús directo desde la puerta de Jaffa al checkpoint en Belén. Escribiré un post sobre esta ciudad, sobre el control que hay que pasar y sobre la experiencia de cruzar a Palestina. En cualquier caso, recomiendo ir durante el día. Visitarlo al atardecer fue un pelín estresante.

DÍA 7 - Akko y Jerusalén

Habiendo visitando el mar muerto y el mar rojo, nos quedaba visitar alguna ciudad costera del mediterráneo y decidimos coger autobús hasta Akko. La combinación de transporte público no es demasiado sencilla pero se puede hacer perfectamente en un día. Madrugamos mucho para estar en Akko a las 10 de la mañana, pasear, visitar el puerto, el barrio antiguo y descubrir todos los restos de las cruzadas que hay en la ciudad. Sin duda uno de los rincones más bonitos de Israel desde mi punto de vista.

Por la tarde hicimos el free tour en Jerusalén y paseamos por todos los barrios, nos acercamos al muro de las lamentaciones, la iglesia del santo sepulcro y los mercadillos de la zona musulmana (no pudimos acceder a la mezquita). 

DÍA 8 - Hebrón y Jerusalén

Nos gustó tanto la experiencia de cruzar a Palestina que decidimos volver a hacerlo y esta vez a la ciudad de Hebrón. Sin duda alguna, una de las experiencias más interesantes del viaje. Llegamos a primera hora con un coche compartido y paseamos hasta el centro antiguo. Se respiraba calma y tranquilidad, no tuvimos la sensación de estar en un territorio oprimido hasta que conocimos a un chico palestino que nos hizo de guía por la ciudad. 

Hebrón sufre la presencia de los militares israelitas en más de 30 checkpoints alrededor de toda la ciudad. Los mercados han tenido que cubrirse con techos porque recibían ataques (piedras, basura, hasta botellas con orina...) de los militares israelitas. Estuvimos paseando por una zona totalmente desocupada que anteriormente había sido palestina y que Israel había desalojado en los últimos años considerándola territorio para los judíos.

Aunque nosotras no tuvimos ni el más mínimo problema, la tensión se palpaba en el ambiente y el hecho de tener que cruzar controles para ir de un punto a otro de la ciudad decía mucho de la triste situación que viven los palestinos en estas ciudades. Si queréis vivir la realidad de este país, Hebrón o cualquier otra ciudad Palestina es un must de vuestro viaje. 

Al mediodía volvimos a coger otro coche compartido hasta Jerusalén y seguimos paseando por sus calles abarrotadas de comercio y turismo, visitando lo que el día anterior no habíamos tenido tiempo. 

A eso de las 8 cogimos otro bus compartido hasta Tel Aviv porque al ser Shabat los buses regulares no funcionaban. Llegamos al hostel y salimos a conocer la vida nocturna de la capital israelita. 

DÍA 9 - Tel Aviv

Como nuestro avión salía después de comer no tuvimos mucho tiempo para visitar Tel Aviv. También es verdad que yo ya había estado en dos ocasiones en esta ciudad y no es de mis preferidas, así que, habiendo vivido la vidilla nocturna el día anterior, me pareció suficiente con pasear por Old Jaffa durante la mañana. Si tienes un poco más de tiempo, no está mal dedicarle 1 día a la ciudad porque sus playas están bien, su centro antiguo es bonito y tiene barrios muy alternativos con tiendas muy cool y buenos restaurantes.