DÍA 2
El segundo día de estancia en el Hierro era el que tenía que hacer mejor
tiempo, así que lo dedicamos 100% a conocer zonas de playa. Empezamos por la
cala de Timijarque, ubicada en un pueblecito con el mismo nombre muy cerca de la Caleta. Tiene solo dos calles pero cuenta con una cala de arena negra al borde la montaña que disfrutamos nosotras
solas. Continuamos nuestro camino hacia Las
Playas, una bahía donde las montañas tocan el mar y forman un espectáculo
qué, como describió una de las amigas con las que viajaba, "podría ser esto Hawái
perfectamente". Estuvimos en la playa que está justo al lado del Parador de El Hierro en el que no me importaría alojarme en mi próxima visita a la isla. En esta
zona se encuentra también el roque de la Bonanza, una formación rocosa símbolo
de la isla (que a mi me disculparéis pero no me pareció para tanto).
Después de comer en la Tafeña en el centro de Valverde nos dirijimos a lo que
para mí es, sin ninguna duda, el lugar que se lleva el TOP 1 en mi ranking del
hierro: el Pozo de las Calcosas. Mis expectativas eran 0 y de repente me encontré
allí, arriba del acantilado, viendo ante mi una bahía con unas construcciones
del estilo ancestral de la isla, con los tejados de colmo y hechas con material
vegetal y al fondo, una piscina natural de agua del Atlántico que parecía una
visión de lo espectacular que era. Bajamos hasta la orilla (el camino es sencillo, empinado, pero ya está)
y estuvimos bañándonos en la piscina totalmente solas. No dábamos crédito a lo increíble
del sitio, de verdad. (Parezco exagerada, pero prometo que vale mucho la pena).
Es un escondite de postal que nos dejó un sabor de boca increíble para
dirigirnos al último punto del día: el mirador de la peña.
He hablado de este mirador en el post sobre los restaurantes de la isla
porque además de mirador, se puede tomar algo, comer o cenar. Aunque había
mucha calima que nos impidió ver una puesta de sol espectacular, disfrutamos de
los diferentes parapentes que volaban por la zona y de la obra de César
Manrique en sí que merece una visita en cualquier momento del día.