Alexanderplatz, la Puerta de Bradenburgo o Postdamer Platz os van a aparecer en todas las guías. No hace falta que os esforcéis en exceso, sí o sí vais a pasar por los 3 puntos. En nuestra última visita la Puerta estaba totalmente en obras, pero aun así impresiona cuando piensas toda la historia que han visto aquellas columnas. Espóiler: ni de lejos lo mejor de la ciudad. Si hay algo a destacar de estas zonas tan turísticas es el reloj de Alexanderplatz, el cual te da la hora de muchos países del mundo rodeado de una decoración orbital que representa el sistema solar. Búscalo entre todos los H&M y Starbucks de la plaza.
En esta última visita a Berlín (noviembre de 2023) nos encontramos que muchos espacios estaban en obras y remodelación. Por ejemplo, no pudimos entrar a las dos iglesias gemelas (Gendarmenmarkt) porque toda la plaza estaba levantada, pero cuando vayáis ya no están las obras, os recomiendo que las visitéis por dentro.
El Tiergarten es el pulmón de la ciudad, como el Central Park berlinés. Tiene 210 hectáreas y es ideal para recorrer a pie o en bici o incluso hacer un picnic cuando hace buen tiempo. Está plagado de monumentos de los que yo destacaría: el memorial a los soviéticos caídos que impresiona por sus dimensiones, el memorial a los gitanos, por ser lo más escondido, íntimo y bonito, y el memorial a los homosexuales, por ser el más original. Busca los tres mientras paseas por el parque; me gustó saber que no hay memoriales solo para los judíos sino que los demás colectivos que sufrieron la persecución nazi también tienen su huequecito en la ciudad.
Si te gusta el street art, Berlín es tu lugar. Empieza por la zona del East Side Gallery, el famoso trozo de muro que queda en pie después de su caída histórica en el 1989. Seguro que ya has visto mil fotos, pero probablemente te sorprenderá que aún queda historia en pie en más de 1,3 km de muro intacto y los más de 103 grafitis de artistas internacionales que le dan formas y colores en diversios estilos. Sin duda, vale mucho la pena recorrerlo. Si cruzas el puente de Oberbaum, llegarás a uno de mis barrios preferidos de la ciudad: alternativo, lleno de tiendas bonitas y proyectos innovadores. Destaca la hamburguesería Burgermeister en los antiguos lavabos de una estación de tren.
Tengo pendiente visitar RAW Gelände, uno de los pocos centros de cultura alternativa a gran escala que quedan en esta ciudad. Dicen que es una mezcla de arte callejero, locales de comida, un skatepark… En el pasado fue una zona para reparar trenes, pero quedó en desuso en 1999 y los berlineses se la han hecho totalmente suya.
Otras zonas que no puedes perderte en una primera visita son: el monumento a los judíos (por favor, no te hagas foto saltando o riendo, no hace falta ser tan irrespetuoso), la iglesia Memorial Kaiser Wilhelm, famosa por estar medio derruida a causa de bombardeos durante la II Guerra Mundial y el barrio de Nikolaiviertel al lado del Rathaus. Este último está compuesto por 4 calles de colores muy pintorescas que se merecen un pequeño paseo.
Por último, mencionar el Barrio Judío que es maravilloso. Podéis visitar los antiguos patios (Hackesche Höfe) que actualmente son una zona residencial repleta de tiendas de autor. También encontraréis el callejón de Dead Chicken Alley, lleno de graffitis, dos bares desde donde admirar todo el street art y el museo de Ana Frank. Antes de abandonar la zona podéis visitar el cementerio judío y la nueva sinagoga. Si queréis picar algo, no os perdáis el Hummus & Friends Berlín con especialidades libanesas deliciosas y Curry 61, dónde podrás probar el bocado más famoso de la ciudad: el currywurst.