La ruta definitiva de 5 días por Alsacia

06.12.2023

De unos años a esta parte, Alsacia se ha convertido en un must de destino navideño y no es para menos, porque los pueblecitos de la zona son extremadamente kukis (especialmente con el decorado navideño).
Lo que me encontré cuando empecé a hacer la ruta es que la zona tiene muchísimos pueblos diferentes y me costó mucho decidirme por cuáles visitar. Así que, para que todos podáis aprovechar el tiempo que dediqué a buscar la ruta definitiva, hoy os la comparto aquí. Para mí tiene sentido empezar por Estrasburgo porque es lo que está más alejado del aeropuerto de Basilea y así después simplemente ir volviendo. Os lo cuento en detalle: 

Día 1 – Estrasburgo
Lo primero que te recomiendo es que tengas dos alojamientos diferentes: uno en Estrasburgo y otro en la zona del sud, más cerca de Colmar. Nosotros llegamos al aeropuerto de Basilea y, atención, este aeropuerto tiene zona suiza y zona francesa. Es importante que reserves el coche en la zona francesa, porque es mucho más barato 😊. Cuando llegamos a Estrasburgo, dedicamos todo el día a conocer la ciudad. Tiene un punto alemán que me encantó y la decoración navideña es de otro planeta. Su núcleo histórico, conocido como la Petite France, va desde la iglesia de Santo Tomás a los Ponts Couverts y es demasiado bonito. Tengo ganas de volver en primavera para verlo todo florecido. Otro barrio precioso para perderse un buen rato es el barrio de la catedral, el que vale la pena ver también de noche por la iluminación.
Consejo: si te mueves en coche, te recomiendo que no vayas hasta el centro de Estrasburgo con él. Hay paradas de tranvía que tienen parkings que no son gratuitos, pero que utilizas el transporte público son hiperbaratos. Sin duda para mí la mejor opción. Así, además, puedes dormir en las afueras que es mucho más barato. 

Día 2 – Obernai, Ribeauvillé y Colmar de noche
Si investigas un poco, verás que en los blogs pone que todos los pueblos son en el que se inspiró el cuento de la Bella y la Bestia. No sé en cuál fue, pero podría ser en cualquiera, porque realmente tienen todos ese punto adorable y colorido. Obernai fue uno de mis preferidos (también porque fue de los primeros) y el mercado en la Place André Neher estaba precioso (especial mención a la fuente de Santa Odile que le da a todo un aire de cuento). Caminamos alrededor del pueblo y nos perdimos por las callejuelas hasta el mediodía, cuando nos desplazamos al siguiente pueblo: Ribeauvillé. Durante el segundo y tercer fin de semana de diciembre se celebra un mercado medieval y, básicamente, para conocer este pueblecito tendréis que seguir la Gran Rue (calle principal del pueblo) e ir perdiéndoos por sus callejones con casas de madera construidas entre los siglos XV y XVIII. El icono más importante es la Torre des Bouchers, que forma parte de la antigua muralla de la ciudad.
Por último, esa noche decidimos pasar por Colmar para verla iluminada: todo un acierto. Simplemente, paseamos por el centro y nos perdimos alrededor de sus canales. Dejamos la visita intensa para el día siguiente. 

Día 3 - Colmar, Turckheim, Eguisheim (mi preferido de todos) y Mulhouse
Colmar es, claramente, una de las joyas de la corona, pero no porque sea el más bonito (desde mi punto de vista) sino porque es el más grande y al que se le puede dedicar más tiempo. La zona de La Petite Venise es la pintoresca y famosa zona con canales y la rue des merchands es la calle más fotogénica (totalmente comprensible porque los edificios son una pasada). No estoy poniendo recomendaciones de restaurantes en esta ruta porque, en general, comimos bastante mal durante el viaje. Los desayunos sí que eran geniales, pero después nos costaba mucho encontrar sitio para comer en los pueblos. Yo recomendaría reservar con antelación los restaurantes, llevar bocadillos o simplemente hacer comi-cena en las afueras como hicimos en varias ocasiones.
En el pueblo de Turckheim hicimos una paradita para homenajear el origen vinícola del pueblo y entrar en calor con el famoso vino caliente (se me olvidaba decir que quizá comer no, pero beber si que fue todo un placer). Aprovechamos para visitar las famosas casas de Adviento, que en Navidad tienen un espectáculo precioso.
Ese día seguimos con la visita de Eguisheim, que para mí es el más bonito de todos. Es como una aldea circular, toda de calles empedradas, fachadas de cuentos de hada y, si hay solo 1 hubiese sido el que realmente inspiró el cuento de la Bella y la Bestia, es claramente este. Puedes dedicarle fácil 2 horitas a este pueblo, a darle la vuelta entera y a hacer fotos en cada rincón.
Respecto al tema del aparcamiento, nosotros fuimos en navidad y había mucha menos afluencia de gente de la que dicen que hay en el puente de diciembre, así que no tuvimos grandes problemas para aparcar. Siempre conseguimos aparcar gratis a las entradas de los pueblos; solo en Colmar pagamos parking.
Por último, dedicamos la noche a recorrer Mulhouse donde teníamos el alojamiento. Su plaza central es preciosa y merece la pena descubrirla.

Día 4 – Riquewihr, kayserberg y castillo de Haut-Koenigsbourg
Llegados a este día, seguramente la saturación de pueblos kukis es evidente. Así que nosotros decidimos visitar 2 más (estaban en la lista de los que nos recomendaba todo el mundo y no queríamos perdérnoslo) pero también decidimos visitar un castillo para cambiar de aires.
Empezamos el día en Riquewihr, donde en un par de horas has podido dar la vuelta a todo el pueblo, pasar por delante del ayuntamiento y recorrer la Rue du General de Gaulle, la más importante y bonita de la ciudad llena de casas de colores que acaba en la Torre Dolder. Sobre todo no te pierdas la Casa de Vigneron, todo un espectáculo. Después de desayunar pusimos rumbo a Kayserberg, un poco menos famoso que los demás que visitamos, pero para mí, ultra adorable porque lo cruza un río y tiene un toque un poquito menos turístico que todos los demás (sigue siendo muy visitado y tiene un mercado navideño precioso). Este pueblecito está a los pies del castillo, así que después de comer subimos a hacer la visita. Realmente es impresionante y está muy bien conservado (hay que tener en cuenta que se reconstruyó el 1899). Dedicamos casi 2 horas y media a esta visita y de aquí ya nos volvimos a Mulhouse a cenar y descansar la última noche del viaje.

Día 5 – Mulhouse y vuelta a casa
Volábamos al mediodía así que solo tuvimos la mañana para pasear y decidimos no movernos de donde teníamos el alojamiento y visitar Mulhouse de día porque de noche nos encantó. Su plaza central es preciosa y no estaba nada saturada de turistas. También paseamos por la Iglesia de Sant Esteban y por todo su centro lleno de casas bonitas (más grande que todos los pueblecitos que fuimos viendo durante estos días). Por último, destacaría el gran nivel de arte urbano de la ciudad: hay más de 60 edificios con pinturas en sus fachadas y algunas son realmente preciosas. De aquí ya nos fuimos para el aeropuerto, a devolver el coche y a poner punto final a una escapada navideña de 10.
¡Espero que te haya sido útil esta ruta! 


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