Ruta de 9 días por Uzbekistán

07.07.2021

Uzbekistán es el país más conocido de Asia Central y un sueño viajero para cualquiera al que le guste conocer el mundo. Conocer las antiguas ciudades de la Ruta de la Seda, descubrir algunas de las muestras de arquitectura islámica más increíbles del mundo o entender la mezcla cultural de una región musulmana antiguamente invadida por la URSS son motivos más que suficientes para conocer este país. Os dejo aquí la ruta que nosotras hemos hecho en 9 días.

DÍA 1 - Barcelona - Estambul - Tashkent

El sábado pasamos el día básicamente en el avión. Nosotras decidimos volar con Turkish Airlines (una súper decisión) haciendo una escala de 2 horas en Estambul. Llegamos a Tashkent a las 2 de la mañana aproximadamente y tardamos una 1 hora larga en pasar los controles de pasaporte y covid-19. Aunque la página del gobierno uzbeko informaba de que nos harían una prueba de antígenos a la llegada aún llevando un PCR negativo, esa prueba nunca se nos realizó. Dormimos en el aeropuerto porque a las 7 de la mañana salía nuestro vuelo a Urgench.

DÍA 2 - Tashkent - Urgench - Jiva

Después de pasar unas 5 horas en el aeropuerto tomamos un vuelo a primera hora hacia Urgench, la otra punta del país (el punto más al occidente que hicimos en nuestra ruta) y desde allí cogimos un taxi hasta Jiva (45 minutos). En un primer momento pensamos en visitar el mar de Aral, famoso por tratarse de un mar que se ha reducido a menos del 10% de su tamaño original, hecho que se ha calificado como uno de los mayores desastres medioambientales ocurridos en la historia reciente. Desde Urgench teníamos que hacer un viaje de 5 horas hasta el mar de Aral y, en nuestro caso, volver el mismo día. Nos parecieron demasiadas horas de coche después de llevar 24 horas en aviones y aeropuertos así que decidimos no visitarlo, pero creemos que tiene que ser una visita muy interesante ver todos los barcos varados en la arena a causa de la falta de agua. Nosotras decidimos ir hacia Jiva y visitar la ciudad durante el día. Se trata de una de las ciudades más importantes de Uzbekistán que hasta principios del s. XX fue la capital de Corasmia (un reino vasallo del Imperio persa). La ciudad es famosa por su barrio de Itcham Kala, atrincherado detrás de las antiguas murallas que alcanzan hasta 12 metros y dónde se conservan muchos de sus antiguos edificios. La ciudad es un ejemplo bien conservado de la arquitectura musulmana de Asia Central y es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. 

DÍA 3 - Jiva - Bujará

A primera hora nos dirigimos a buscar un taxi compartido para dirigirnos a Bujará, una de las ciudades históricas más importantes de la cultura uzbeka. El trayecto duró unas 5 horas y, aunque habíamos leído en todas las guías que lo mejor era ir en tren, suponemos que, debido a la baja cantidad de turistas por la pandemia, solo había un tren al día que no nos cuadraba por horario. Llegamos al mediodía y después de comer nos fuimos a visitar la ciudad, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1993. Bujará ha sido tradicionalmente el principal centro de cultura islámica en Asia Central. Tras La Meca, es el segundo centro de peregrinación musulmán. El minarete de Kalyan, la mezquita de Kalân, la Madraza Mir-i Arab o el mausoleo de Chashma-Ayub son algunos de los grandes monumentos que se pueden descubrir en una visita a la ciudad. Nosotras acabamos la noche en una feria uzbeka ultra auténtica, disfrutando de las atracciones y finalmente cenamos en un restaurante de comida nacional para terminar el día de la mejor manera.

DÍA 4 - Bujará - Samarcanda

A primera hora nos dirigimos a la estación de autobuses para decidir cuál era la mejor opción para llegar a Samarcanda. Preferimos evitar el autobús por el tema de la ventilación y elegimos un taxi compartido para llegar a la joya de la corona del país. Tardamos unas 4 horas y media y, después de buscar alojamiento, nos fuimos a comer a Platan, el restaurante más recomendado de toda la ciudad antes de empezar a descubrir.

Si había un sitio al que le teníamos ganas en este viaje, era a la plaza del Registán. Creo que es la plaza más bonita que he visto jamás. Para acceder hay que pagar entrada y nosotras contratamos una guía para que nos explicara toda la historia. Pasamos un buen rato recorriendo cada una de las madrazas, visitando algunas por dentro y flipando en cada rincón. Quizás fue especialmente increíble porque estábamos prácticamente solas en la plaza: el turismo ha brillado por su ausencia en todo el viaje y eso ha hecho que podamos disfrutar de estos increíbles lugares a solas. Después de visitar la plaza, nos dirigimos hacia la mezquita Bibikhanum y hacia la mezquita Hazrat Khizr para acabar la tarde de nuevo en la plaza del Registán para verla iluminada. Sin duda, uno de los días estrella del viaje.

DÍA 5 - Samarcanda - Tashkent

Dedicamos la mañana a seguir conociendo Samarcanda: visitar el Bazar de Siyob, el mausoleo del siglo XV donde se encuentra enterrado Amir Timur y parte de su familia, entre ellos Ulugh Bed, dos de los personajes más importantes en la historia del país y acabar en lo que para nosotras fue la gran sorpresa de Samarcanda: Shahi Zinda, un conjunto de mausoleos de la familia real y los nobles de los siglos XIV y XV. Al mediodía nos dirigimos a buscar un taxi para llegar hasta Tashkent y tardamos unas 3 horas y media. Aprovechamos la tarde para pasear un poco por la capital (que no acostumbran a ser los lugares más bonitos de estos países) y disfrutar de otra feria (hemos sido un poco niñas en este viaje) al más puro estilo Port Aventura uzbeko. 

DÍA 6- Tashkent - Valle de Fergana (Kokand)

La mañana la pasamos por la ciudad, conociendo el museo de historia de Uzbekistán (después de tantos días visitando ciudades históricas teníamos un pequeño lío de periodos y fechas) y acabamos en el Chorsu Bazar, uno de los mercados más importantes de Asia Central y un lugar fascinante donde observar la gran mezcla étnica y cultural de la ciudad (se trata de un país históricamente musulmán con una invasión de la URSS hasta 1991, momento en que Uzbekistán se independizó). Antes de comer fuimos a hacernos la PCR para poder volver a España y, con los resultados negativos en la mano, nos fuimos a conocer la última región del país antes de volver a casa: el valle de Fergana. Cogimos un tren que tardó 4 horas en dejarnos en Kokand, uno de los puntos principales de la zona. Buscamos un hotel y nos fuimos a dormir para dedicar el día siguiente a conocer la región.

DÍA 7 - Valle de Fergana (Kokand - Rishtan - Marg'ilon)

A primera hora nos encargamos de encontrar un guía que hablase inglés para poder recorrer el valle y descubrir su historia. Primero nos dirigimos a Rishtan dónde pudimos conocer la tradición de la arcilla en esta zona del país. La gran mayoría de cerámica que se vende en Uzbekistán proviene de esta zona y destaca por su alta calidad. Fue genial cuando el guía nos llevó a conocer a un "héroe del país", un antiguo maestro ceramista que había recibido los honores del presidente. Después de visitar la zona, esperar a que nuestro guía fuese a rezar y hacer nuestras pequeñas compras, nos dirigimos a Marg'ilon, dónde se encuentra el centro de producción de seda más importante de todo Asia Central y que ha estado en la industria desde tiempos remotos. Visitamos la Fábrica Yodgorlik Silk, construida en los años 80, pero que ha conservado la técnica de tejido tradicional. También fuimos a una tienda donde hacer nuestras compras y, justo después, el guía nos llevó a comer a un restaurante auténtico uzbeco donde probar su gastronomía (no muy llamativa desde mi punto de vista). Posteriormente volvimos a Kokand donde visitamos el Khudayar Khan Palace, una elegante residencia de un gobernante durante el siglo XVIII. También visitamos la mezquita Juma, que posee unas peculiares columnas hechas de madera roja traída de la India y decoradas en diversos colores y tallas tradicionales de Fergana.

DÍA 8 - KOKAND - TASHKENT

Queríamos volver a la capital en tren, pero ese día no había servicio (recalco que no había nada de turismo cuando nosotras viajamos, suponemos que en un estado más normal no hace falta coger tantos taxis privados). Así que buscamos un conductor que nos acercase a la capital y en menos de 4 horas ya habíamos llegado a Tashkent. Aprovechamos para probar un restaurante que había llamado nuestra atención y dedicamos la tarde a conocer la mezquita Minor y algunas de las paradas de metro más importantes de la ciudad elegantemente decoradas. Por la noche nos dirigimos al aeropuerto para tomar nuestro vuelo de vuelta a casa.

DÍA 9 - TASHKENT - ESTAMBUL - BARCELONA

Volamos en vuelo nocturno e hicimos una corta escala en Estambul antes de llegar finalmente a nuestra ciudad de origen dónde nos hicieron un test de antígenos aún llevando una PCR de 72 horas, pero esto es otra historia 😊 


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