DÍA 1 - Casco antiguo de
Bolonia, Mercato di Mezzo y universidad
Nada más llegar fuimos a dejar las maletas y nos pusimos en marcha. Nos alojábamos en el Savhotel, a una media hora caminando del centro (os dejo link al hotel porque, aunque no esté muy céntrico, es genial en relación calidad/precio).
Una vez libres de equipaje nos pusimos a caminar y, sin darnos cuenta, llegamos a la Piazza
Maggiore, el centro neurálgico de la ciudad. Allí se encuentra el Palazzo
del Podestá, el Palazzo Comunale, la Iglesia de San Petronio (la que iba a ser
la más grande del mundo si se hubiera terminado) y la famosa fuente de Neptuno.
En la ciudad conocen esta fuente como "il Gigante" por las dimensiones de
la escultura principal: hablamos de un imponente Neptuno de bronce creado por un
escultor flamenco que, como no le dejaron exponer la escultura en Florencia,
decidió moverla a Bolonia. Se dice que el escultor quiso hacerle su miembro
viril más grande y la iglesia se lo prohibió. Seguro que ahora he despertado
vuestra curiosidad por ver la titoleta en persona😊.
Después de pasearnos tranquilamente por la plaza (y no poder entrar a la
iglesia de San Petronio por no llevar los hombros cubiertos...) decidimos
acercarnos a las Torres gemelas de Bolonia
para ver las vistas de la ciudad.
Las torres son el símbolo indiscutible de Bolonia, construidas en la edad
media. Se dice que entre el siglo XII y XIII se construyeron muchas más
que hoy no están en pie. Algunas fueron demolidas, otras se derrumbaron...y
finalmente, hoy aún podemos contemplar dos y subir a 1, la torre Asinelli.
Para subir hay que comprar el ticket
en Piazza Maggiore (5€), en la oficina de turismo. No es subida libre debido a
lo estrechas que son las escaleras. Cada 45 minutos sube un grupo todo a la vez.
Para los que sufrís de vértigo, os deseo suerte. Eso sí: las vistas desde arriba lo
compensarán todo.